lunes, 10 de octubre de 2011

Gourmet



Un ciudadano Japonés residente en París recibía clases de alemán de una joven y atractiva estudiante holandesa que acudía para ello a su apartamento dos veces por semana.
Enamorado de ella, un día le pidió tener relaciones sexuales, a lo que la joven se opuso.
Irritado por el rechazo, el ciudadano japonés le disparó con una pistola, matándola.
Luego descuartizó el cadáver y enterró sus pedazos, metidos en dos maletas, en un bosque, guardando una parte del cuerpo (Pechos y órganos genitales) en el frigorífico, comiéndoselos posteriormente.
(Citados por Hisao Katoh, Actualidad Penal 1994, pag. 784)

Este hombre fue absuelto y ahora es uno de los críticos gastronómicos más conocidos de Japón...

1 comentario:

  1. Muy interesante!!! El solo queria comerle el ... (toto) :D y como ella no lo dejo... pos se lo comio literalmente!!! :P en parte tiene logica jijiji...

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