Hace unos días, sobre las dos de la madrugada, me encontraba en la parada del metro, esperando a que pasara uno de los pocos autobuses nocturnos que recorren el Aljarafe un Viernes (Madrugada del Sábado).
Hacía frío, mucho frío, así que agradecí a mi cabecita que esa misma mañana me decantara por una camiseta de cuello vuelto...Sí, sin duda, eso me salvo la vida esa noche. Si no hubiera sido así, probablemente habría enfermado fácilmente y a la mañana siguiente me habría encontrado atendiendo a los clientes con la nariz de Rudolph y la voz de Manolo.
Me coloqué unos guantes que tenía guardados en la mochila, con bastante dificultad, pues el ave del paraíso que sostenía en mis manos no había dejado de estar presente en todo el día.
Miré hacia arriba...Sí...ahí estaba ella...tan hermosa como siempre...
La luna estaba completamente llena...encima de mi cabeza...justo en cima...
Eso al principio me resultó incómodo, pues no podía mirarla durante mucho tiempo ya que mi cuello gritaría de dolor a los pocos minutos.
Comprobé cuanto quedaba para que llegara el próximo autobús... ¿¡30 Minutos!?
No pensaba quedarme allí congelada 30 minutos...cuando llegara el autobús pasaría de largo...sólo verían a una figura acuclillada en las paredes del metro, cual decoración navideña.
¡Qué Demonios!
Me voy dando un paseo...es la noche perfecta...tal vez el frío no me acompaña demasiado, pero estoy acostumbrada a helarme de vez en cuando, y prefiero helarme moviendo las piernas que quedarme cual cubito de hielo en el metro.
Así pues, me coloqué bien la mochila, me ate la gabardina y me arme de mi ave del paraíso como si de una llave-espada se tratara.
El camino por el pueblo se me hizo bastante corto, me entretenía ver las calles completamente muertas. De vez en cuando aparecía un perro callejero merodeando por comida, otras tantas pasaba un coche solitario, el cual hacía sonar en claxon para darme ánimos en mi empeño.
Me di mucha más prisa cuando pase por un estrechamiento sin señalizar...con los cascos puestos y con una luz bastante escasa, era bastante probable que algún loco pasara con el coche haciendo tonterías y me dejara con las ganas de llegar a los 19...
Aquello parecía una carrera...a partir de la mitad del trayecto ya me había propuesto llegar antes del autobús a la parada de casa.
Al principio no parecía tarea difícil, y para no derrumbarme no miré el reloj, pero la noche cada vez estaba más fría, y el paisaje no era muy alentador.
A mi derecha se encontraba la autovía y a mi izquierda todo un parque comercial cerrado y vallado...
Había dejado que en mi MP4 sonara la música en modo aleatorio, así que fue lógico que me sorprendiera encontrarme con una canción que guardé hace tiempo...un éxito que todos conocen...Cantando bajo la lluvia...
Al principio no me di cuenta de que mis pasos pasaron de ser más rápidos y rítmicos...y cuando llegó el estribillo...bueno...ya imagináis...una loca en medio de una autovía sin coches, que mientras escuchar "Singing In The Rain" está bailando bajo la luna...
Tendría que haber sido una estampa curiosa...en la foto habría salido una carretera apenas iluminada por la Luna...y en medio...la sombra de una chica en gabardina bailando con una flor en la mano y una mochila en la espalda...
Cuando llegué a la puerta de casa miré el reloj...tan solo había tardado 25 minutos...
Sonreí, suspiré y entré...
Fue una gran noche...
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