viernes, 8 de julio de 2011

Tango

Mis ojos se abrieron con lentitud y parsimonia. Deseando no abrirse nunca…Pero esa melodía…humm…ese sonido me enervaba y fascinaba a la vez…
Al principio era sutil. Sólo pude distinguir un Bandoneón cuando mis parpados seguían cerrados…más tarde, el piano fue haciendo que mis dedos bailaran sobre el parqué, frío y suave bajo el tacto de mis manos…Y el violín…ohh, que maravilloso instrumento. Nada más ser rasgado, mi cuerpo se elevó y quedó completamente erguido, sintiendo el escalofrío del ansia y la necesidad de movimiento…El contrabajo se escuchaba algo más alejado, pero dio al compás de cuatro cuartos lo último que le faltaba.
Mis manos se paseaban por mi cuerpo, el cual sólo estaba cubierto con un tela fina y opaca…poco a poco, fui descubriendo mi cuerpo…un vestido negro, de tirantes finos, acompañado con unos tacones altos, que sólo percibí hasta dar el primer paso…Mi pelo se ondeaba suelto y largo con cada uno de mis movimientos…bailaba sola…siguiendo el ritmo con mis caderas mientras aferraba a un ente invisible, hasta que, mi cuerpo, se elevó en el aire, al comenzar el estribillo…
Sus manos eran firmes, y me sostuvieron en el aire varios segundos, dejándome  posteriormente en el suelo con suavidad y dulzura. Pensé que se frenaría al dejarme otra vez sobre mis pies, pero se acercó con fuerza a mí… haciendo que nuestros cuerpos quedaran completamente pegados…sus ojos, oscuros como la noche, se fijaron en los míos, temerosos en un principio, y me absorbieron en las profundidades de la sala…lo único que podía hacer ahora…era bailar.
Nunca me había sentido así…mi respiración fue acelerándose mientras mi cuerpo giraba y se fundía con el suyo en un baile tan erótico y triste que apenas podía pensar en otra cosa…mi pelo sobre mi rostro…su mano en mi cintura…nuestros suspiros a sólo un centímetro…
En el momento de pause en el que sólo nuestros pies se movían, mis manos recorrieron su torso con deseo…su camisa era blanca, y no demasiado ajustada, pero tuve el tiempo suficiente para desabrochársela por completo…Él soltó una carcajada de satisfacción y recorrió mi espalda hasta dar con su destino.
En la próxima vuelta, me encontré sólo con mi prenda de encaje…y al mirarle, él ya se había deshecho de la camisa…su torso moreno y firme hizo que mis piernas flaqueasen por un instante…pero él me agarró con fuerza, y me atrajo hacia sí, posando sus labios en mi cuello y sus manos en mi trasero…
Me sentí invadida…pero extrañamente acalorada…quería más…más…
Agarre su cinturón con decisión y tiré de él hasta conseguir mi cometido…Lo lancé a la oscuridad y le miré con ardiente deseo…pero al acercarme para besarle, él me cogió con seguridad, y el baile volvió a comenzar.
Ahora todo era mucho más rápido. La velocidad me hizo olvidar nuestra insinuante desnudez y bailamos al compás de la música una y otra vez…la orquesta de cuerda iba creciendo, y ya apenas escuchaba nuestros pasos…
Su respiración dejó de ser rítmica y seductora, y empezó a desvanecerse lentamente…como si no soportara la música…como si no soportara bailar más de esa manera…
Entonces paró…me lanzó lo más lejos posible de él y se internó en la oscuridad…Lo último que pude percibir…fue una lágrima de tristeza, tras mirarme por última vez…
Mis piernas fallaron por completo…el cansancio y la soledad me derrumbaron…
Entonces caí en la cuenta…
Tango…La Música de la Tristeza en el Amor…
¿Pues qué es si no?... No es más que un Pensamiento Triste…que se Baila…

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