Verano… Chicos, el veranos se nos está escapando de las manos.
Estamos en el último día del, para algunos preciado, Agosto. Dentro de unas semanas nuestros hermanos pequeños entraran de nuevo en el cole… o incluso nosotros mismos, ya que acabo de enterarme de que entro en la Universidad un poco antes. Pero en fin, a lo que iba.
Estos últimos meses han sido un poco de locura. Me he movido con gente nueva, he conocido lugares nuevos, he cometido locuras nuevas…o al menos, eso es lo que le digo a la gente.
En unos días toda esta magia veraniega se acabará… ¡Pero qué demonios! ¿Acabarse? Esto es sólo el principio. Y mucho más si sois de mi edad ¡Este es nuestro año! En unos días entraremos en ese mundo al que llaman “Campus Universitario”… y bueno…Aunque los nuestros no sean tan chulos como los americanos tenemos una educación mejor … (No se lo cree ni Dios).
Otra vez… debéis aprender a decirme cuando me voy por las ramas, si no, nunca acabaré de escribir lo que tengo que escribir.
Pavor. Euforia. Excitación. Alegría… son mucho de las sensaciones que nos rondan ahora mismo por la cabeza (Bueno, para que no se quejen, también añadiré “fastidio”).
Una de las cosas que más me llaman la atención es, sin duda, la de conocer gente nueva…pero es que no estamos hablando de conocer a unos cuantos, estamos hablando de entrar en un nuevo círculo. Como mínimo conoceremos a toda la gente que haya en nuestra clase, ¡Y ellos ya son de por sí 60 persona nuevas!
Sí, es cierto que puedes tener ya amigos en la universidad, pero ahora nos encontraremos con que esos amigos no son más que una ínfima parte de toda la gente que puedes conocer. La perspectiva de la escuela o el instituto cambiará. Hemos subido un escalón más…y es un escalón muy grande.
Ahora…voy a exponer algo que llevo escuchando los últimos meses y que preocupa muchísimo a todos los novatos… ¿Cómo debemos entrar en la universidad?
Con esta pregunta se abarcan dos ámbitos: el de la ropa y el de la personalidad.
Y sí, vale…sé que hay que ser uno mismo, pero…vamos a ver…todas aquellas personas que me lean saben de sobra que como mínimo bipolar soy. Así que… digo yo que no seré la única que tenga dos o tres formas de ser según el estado de ánimo.
¿Hay que entrar de buen rollo? Eso está bien, intentas conocer y hablar con todos pero…no te pases. Tampoco es muy recomendable ser un/a paliza. Eso te puede dar fama de pesado o lame culos… pero quien sabe, a lo mejor no, a lo mejor te los llevas a todos de carrera y te haces el más popular de tu clase.
¿Hay que ir de Diva? Humm…eso de ir bien arreglada siempre y con un aire de, soy mejor que tú, puede que se lleve a los chicos y a las chicas que se fije en el físico, pero sólo un par de días. Si algo he aprendido de los universitarios, es que algo más de coco tienen, y aunque haya algunos que sólo quieran sexo, no estamos para ser damas de compañía con un diploma bajo el brazo. Si eres llamativa o atractivo por la gracia de Dios, me alegro. Pero no es lo único, tenedlo en cuenta.
¿Hay que ir haciéndose el misterioso? Si os gusta la imagen del chico de negro al fondo de la clase, con un cigarrillo en la boca y con mirada lastimera hacia ninguna parte, pues mira, hay veces que tienes la suerte de que hay personas que se fijan en todo. Pero lo normal, es que la gente se fije en algo que les llame la atención, como la vestimenta, la forma de ser, la capacidad de entretener…si por naturaleza eres misteriosa (me pongo como una chica porque lo soy y suele ser un atributo que gusta más a hombres que ha mujeres), eso te hará más interesante, pero de nada te sirve si no te inmiscuyes en la clase. Si no hablas con la gente puedes pasarte desapercibida los 4 años de la carrera.
Espero que no os esté dando la vara, sólo intento exponer mi pequeña tesis del novato común.
Y en lo que respecta a la ropa… No me voy a ir mucho por las ramas. Los primeros días no vayáis como si fuerais a una fiesta ni como si os hubierais caído de la cama. Id con unos vaqueros o una falda normalita. Una camiseta creativa o que os resalte un poco el físico y nada demasiado incómodo como zapatos.
Para el primer día, os recomiendo que os calcéis con buena voluntad, mucho ánimo y con ganas de comeros el mundo. Si sois simpáticos y abiertos a los demás, os aseguro que será mucho mejor que llamar la atención el primer día por vuestra ropa… eso vendrá más tarde. Así al menos conseguiréis amistades que os aprecien de verdad por como sois, y no por lo que aparentáis ser.
Porque creedme, aunque alguno de ustedes diga que es fiel a sí mismo. Todos caemos. Y aunque penséis que siempre seréis esa chica feliz o ese chico risueño, abra días que no. Y sonreír cuando no se está a gusto, también es ser falso.
Y bueno, ya os dejo… Espero que esto os sirva de algo. Echaros unas risas al menos. Lo he hecho con toda la buena intención que se puede tener a las 23:30 de la noche.