Sombras

Es curioso como algunas personas ven tan extraño que me sienta cómoda en la oscuridad... Pero lo cierto es que... yo... les veo extraños a ellos, al tenerle miedo a tal falta de luz...
Resulta demasiado irracional temer algo que no puede verse...pues en la mayoría de los casos, el temor viene infundado por la propia imaginación...que si ese ruido son pisadas, que si siento que alguien está detras de mí, que si no veo por donde voy....bueno, está última la perdono...el corazón se te pone en la garganta cuando no sabes si te vas a pegar el porrazo del siglo por culpa de una canica invisible o yo qué sé que cosa.
Considero que lo que voy a escribir a continuación no sólo debe verse en el contexto del miedo a la oscuridad...
Me resulta mucho más lógico temer a las sombras, casi imperceptibles, que se encuentran a la luz del día...pues, aunque penseis que estoy loca, en la oscuridad nuestro cuerpo se prepara para lo que pueda venir, tu vista se acostumbra, tus oídos se afinan...
sin embargo, a la luz del día, el simple hecho de sentirnos a salvo ya nos hace mucho más vulnerables...
En la oscuridad se qué puedo encontrarme...pero nada da más miedo, que una sombra que se alarga, a lo largo del crepúsculo...