viernes, 2 de septiembre de 2011

Hospital...

Pasos...
Sólo se oían mis pasos a lo largo del austero y blanco pasillo...
Mi pies empezaban a entumecerse a causa del mármol frío...mis zapatos...¿Donde estarían mis zapatos?
Entonces me percaté de que no llevaba nada encima, excepto una bata de color verde...Verde...
¿Estaba acaso en un hospital?
Seguí caminando, intentando no pensar mucho en que lo único que sujetaba la fina bata de papel era un cordel...el cual no dejaba duda alguna de mi cuerpo, para todo aquel que quisiera observarlo...
La pared estaba hecha de un material débil...¿Yeso?... mi mente viajó al pasado, cuando yo y mi hermano competíamos para ver quien tenía el agujero más grande en la pared de su cuarto...sólo hacían falta esmero, un dedo y mucha saliva con la que mojarlo...
Un grito me hizo volver a la realidad... si se podría llamar así...
Al principio creí que sólo eran imaginaciones mías... estaba muy cansada y mis párpados empezaban a cerrarse... Pero otro grito me espabiló...¿Grito?... más bien era un alarido...
Tal vez fue por la cantidad de películas de miedo que suelo ver... pero corrí siguiendo los gritos...pues habían ido incrementándose...y no sólo en decibelios, sino también en volumen...dos...tres...¿cuatro personas?
Cualquier persona en sus cabales hubiera corrido despavorida en el sentido contrario... pero seamos sinceros... yo no estoy cuerda ni mucho menos...
Empecé a ver una puerta oscura al final del pasillo blanco...¿Oscura?... No... Dentro se podía ver destellos rojizos...
Una vez me hube acercado lo suficiente, observe que encima del marco de la puerta había un contador...aunque en vez de un número, había una palabra: O.K.
Humm... ¿OK?
Durante la Segunda Guerra Mundial, en las enfermerías...si se podían llamar así... se colocaba un letrero con todos aquellos que habían fallecido... Normalmente, un letrero con "O.K." daba buena suerte, ya que significaba que no había muerto ningún soldado...
¡¡¡Argg !!!
¿Una mujer?
Entre en la sala...y nada más hacerlo desee no haberlo hecho nunca.
Me encontraba en lo que antaño podría haber sido una estación de tren...bastante pequeña...con el techo de cristal y las columnas y arcos de hierro...Probablemente, no me habría parecido tan pequeña si la sala no estuviera llena de camillas...
Casi no cabía en mi horror que ninguna de ellas estuviera vacía...
Amputaciones, Desgarros, Partos, Hemorragias, Tumefacciones, Sangre...Sangre por todas partes... mirase donde mirase...
Todos los pacientes aullaban y aullaban de dolor... Y ningún médico les atendía... Ellos se encontraban al final de la sala...con sus batas largas y blancas...observando como los pacientes se encogían y retorcían de dolor...
Me tapé los oídos...no podía soportar el ruido...
Miré de nuevo hacía los médicos y enfermeras...
- ¡Haced Algo! ¡Se están muriendo! - Grité una y otra vez...
Entonces una fuerza me empujó fuera de la sala...haciéndome chocar contra la pared blanca del pasillo...
Me sentía mareada...pero me levanté de nuevo...
Tenía que entrar...tenía que conseguir que hicieran algo...
Pero la puerta ya no estaba abierta... Me acerqué y golpee la puerta varias veces... una y otra vez... mientras escuchaba el sonido de los gritos...cada vez más ahogados...
El tiempo se desvaneció... continué golpeando la puerta... hasta que mis manos temblaron de dolor y angustia...
Y entonces...sucedió...

Silencio.

Un ruido cercano me sobresaltó...
Era el contador...
uno tras uno...los números se fueron cayendo...al principio como caerían los segundos...más tarde...ni siquiera   podía saber el número exacto...
Una lágrima recorrió mi rostro... Hasta caer en mis manos ensangrentadas...

La puerta se abrió... Yo estaba encogida en una esquina alejada de la sala...
Los médicos salieron... Uno tras otro...seguidos de las enfermeras... Todos reían sin voz... Comentaban algo que no llegué a escuchar... Estaban felices... Como si hubieran descubierto algo...
Entonces, la última de las enfermeras me miró... preocupada... Volvió a entrar en la sala y trajo consigo un cuadro...
- Ves... Ellos lo eligieron. - Me dejó el cuadro delante de mí, y se marchó.
Con los ojos empañados, observé con asco y repulsión el cuadro que se mostraba enfrente de mí...
El cuadro contenía una escena muy típica... la de Cristo acarreando un grillete roto...con una sola leyenda:
"Tu Amor nos Encadena" ...

No lo soporté más... y me dejé llevar por la oscuridad...


1 comentario:

  1. Me fascina la facilidad con la que puedes soñar...o más bien...tener pesadillas de este tipo... Has mezclado inconscientemente Religión, ética y...Servicios sanitarios? Espero que no sea ninguna crítica dirigida a los médicos...mi tía lo es xD

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