Hace apenas unas dos horas, rebuscando en los cajones, encontré un pequeño cuaderno, en el que esta autora escribió más de 200 poemas cuando a eso dedicaba sus momentos de escritora...
¿Que fueron de aquellos días, en los que escribía para alguien que me hacía sentir viva?
Es cierto que lo escribí hace tiempo, pero éste te lo dedico a ti Alejandro, pues con tan sólo 13 años, me enseñaste a confiar de nuevo en el cariño de un ser amado.
Y que a pesar de todos estos años, recuerdo exactamente cual fue tu favorito.
He aquí el poema 161 de mi cuaderno de notas:
Dos rojas lenguas de fuego,
que a un mismo tronco pegadas,
se aproximan y al besarse
forman una sola llama.
Dos olas que vienen juntas
a morir sobre la playa,
y que al romper se coronan,
en un pedazo de raya.
Dos gotas de vapor
que del lago se levantan,
al juntarse allá en el cielo
forman una nube blanca.
Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
esas son nuestras dos almas.
No he hecho cambio alguno, y tal cual lo escribí hace 5 años, así lo muestro.
Espero que todo vaya bien por ahí arriba y que no hagas de las tuyas, pues aunque existan muchas pícaras, aquí sólo existe una, que te convenza para hacer, lo que todos creen locura...
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